LA DIVINA MENTE ES UN SER Con personalidad…
Es la conexión perfecta entre el corazón y la mente, en la que miles de neuronas transitan en constante evolución y sincronía para estar siempre un paso adelante.
La razón de ser de esta sustancia creativa, es el mundo y su gente.
Nosotros, los que constituimos La Divina Mente somos la sangre, las venas, las conexiones nerviosas, las neuronas y el alma de una anatomía de ideas.
Tenemos más de 10 años de experiencia en la creación de publicidad con contenido social. Campañas que promueven la inclusión, la convivencia, la diversidad y el respeto por la humanidad y el medio ambiente.
Creemos que la publicidad debe ser un lenguaje universal, capaz de cambiar paradigmas y reinventar mundos para mejorarlos. La publicidad debe ser responsable con el planeta y todos sus habitantes.
Nuestro propósito es despertar los sentidos y activar la conciencia.
Realizamos campañas de contenido social y humano de alta credibilidad, que generan importantes lazos de confianza entre las marcas y las personas. En La Divina Mente contribuimos, Definimos, conceptualizamos y producimos utilizando todo nuestro potencial.
En cada una de las campañas que desarrollamos en La Divina Mente, utilizamos lo mejor de nuestros cerebros y nuestros corazones.
Generamos emociones, conectamos con el público, despertamos conciencia y sensibilizamos con nuestro mensaje de inclusión, empoderamiento, respeto, convivencia y paz.
Estamos comprometidos con el cambio de la sociedad y sus imaginarios, para contribuir con el desarrollo una cultura inclusiva, equitativa y diversa.
Para nosotros, lo más importante en cada proyecto es poder romper paradigmas para instalar unos nuevos y mejores.
Escucha con cada órgano, cada tejido y cada célula, los requerimientos, necesidades e ideas de todos sus clientes, Marcas y proyectos. Luego analiza, procesa, conoce y comprende. Para crear, desarrollar e implementar estratégias de comunicación emotivas, únicas y muy efectivas.
Resultado de un exhaustivo proceso, en el que las la ideas y el conocimiento se integran para dar paso al alma creativa de La Divina Mente.
